martes, 9 de diciembre de 2008

Sobre el alcalde franquista Vicente Guillén Zamorano

En vista de que en una discusión acerca de unas palabras de Fernando Jiménez (concejal de IU de Alpedrete) en el pleno del jueves pasado, sobre el alcalde que fue en tiempos de la dictadura, Vicente Guillén Zamorano, se menciona reiteradamente a los socialistas de Alpedrete y como después de leer la opinión vertida por quien se esconde bajo el nik “socialistasiempre” se podría tener la tentación de pensar que la posición de mi Partido es la que esta persona tiene sobre el asunto, me decido a publicar este post dejando muy claro que no es mi intención añadir mas polémica a un asunto tan estéril como este, propio, por otra parte, del forero “alpedreteno” quien no parece tener nada mejor que hacer que polemizar con una retórica más propia del NODO que de los tiempos que corren.
Dejando de un lado si Vicente Guillén Zamorano era un fascista o no o si era un cacique o no, (extremos que solo conozco por terceros y que no puedo contrastar documentalmente) lo cierto es que era alcalde en tiempo de la dictadura, lo que le convertía, indefectiblemente, en un hombre del régimen. Esto es indiscutible. Por eso digo que a mi tampoco me gusta que haya una plaza en Alpedrete que lleve el nombre de dicho señor.
Pero lo que más me llama la atención no es la defensa que se hace de la figura de este alcalde franquista, sino de la forma en que se hace y de las cosas que se dicen para defenderlo. Así, en la discusión iniciada en el foro de Internet "otro Alpedrete es posible (y necesario)" leemos divertidas falacias como que a Vicente Guillén Zamorano no le interesaba la política o exabruptos injustificables como eso de que dejemos a Franco en paz de una vez. La cosa no pasaría de ser cómica si no fuera porque palabras así rechinan aun más en un momento en el que, no sin dificultades de todo tipo, afloran de cunetas y patatales cientos de cadáveres de los que perdieron la guerra y no hallaron mas compensación que la fosa común por sus esfuerzos en mantener el orden constitucional republicano, emanado –no lo olvidemos- del pueblo, por sufragio universal en 1936.
La verdad es que esto evidencia el hecho de que la derecha actual, por mucho que reclame para si misma el apelativo de democrática, demuestra extraordinarias dificultades para desprenderse de su pasado más vergonzoso, esto es, la dictadura militar a que nos llevaron Franco y todos los que pensaban como él; es de suponer que entre éstos estuviera también Vicente Guillén Zamorano, ya que los que no colaboraron con el dictador acabaron –como se ha visto- muertos, en las cárceles o en el exilio y no parece ser este el caso del citado alcalde.
De todos modos tengo que admitir que aunque no me guste que una plaza de mi pueblo lleve el nombre de este señor, la verdad es que no me quita el sueño, pero sí me gustaría dejar constancia de la firme convicción que tengo de que los socialistas de Alpedrete nos equivocamos cuando votamos a favor de que se le cambiara el nombre a la Plaza de los Cuatro Caños (antes Raso de la Botica) a cambio de que se renombrara la antigua calle del Pilar con el nombre de Félix Díaz Sangregorio.
Es más, estoy convencido de que debíamos haber homenajeado a nuestro malogrado alcalde –este sí, plenamente democrático- cuando gobernábamos nosotros, sin condiciones, presiones ni chantajes. Una ocasión perdida de hacer justicia a la figura de quien fue el primer alcalde constitucional elegido en 1979 tras serles devueltos a los españoles sus derechos y libertades.
Así que más que para criticar a nadie, tengo la intención de que este post sirva para reivindicar la figura de mi amigo y compañero Félix Díaz y su recuerdo como un socialista y un demócrata intachable, como un hombre del pueblo que pasó su vida volcado en los demás –e incluso la terminó ayudando a alguien que lo necesitaba- y manifiesto mi más enérgica disconformidad con que se hagan comparaciones entre Félix y otras personas y mucho más si éstas comparaciones se hacen con el ánimo de legitimar la figura de otras personas que por sí solas no pueden ser reivindicadas sin tacha.
Félix Díaz Sangreorio supo estar donde tenía que estar y lo hizo protagonizando un momento irrepetible, difícil y emocionante de nuestra historia para dejar a los vecinos de Alpedrete un lugar mejor donde vivir y su recuerdo, como un modelo de civismo y de compromiso del que yo, como socialista y como vecino de este pueblo, me siento orgulloso.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

buenos dias Sr Trigo.
No soy afiliado al PSOE ni a ningún partido, pero en las últimas elecciones no pude votar socialista porque me da vergúenza su candidato. Vote a Simancas que me parece un gran político pero no puedo votar a su candidato ni a la lista, vergonzosa, que presentaron.
De verdad, seguro que el Sr Aragones es una buena persona, pero yo con su edad tenía dos hijos y un pequeño negocio que he levantado sin ayuda de nadie.
Ultimamente leo sus articulos y los de Don Francisco y me pregunto si no podrían alguno de ustedes encabezar el partido y hacer que gente progresista como yo podamos votarles.
Un saludo y gracias por su información

Arturo Trigo dijo...

Buenos días, gracias por su intervención. Creo que aún es muy pronto para hablar de candidatos, pero lo que es innegable es que corren nuevos tiempos en nuestro Partido en Alpedrete. Hoy no hay divisiones ni problemas internos y una vez superada la anterior etapa, el futuro está por construir. Vamos a empezar por el principio y vamos a dotar al PSOE de Alpedrete de un programa realmente competitivo, realista y que ofrezca soluciones a los problemas de los vecinos de este pueblo, pero consensuados previamente con ellos, con todos ustedes. En eso estamos ahora mismo, en el debate y en la construcción de esa alternativa para nuestro municipio. Más adelante abordaremos el tema de los candidatos y de las candidaturas, a fecha de hoy solo puedo decirle que no hay aprioris ni ideas preconcebidas a este respecto y que quienes sean candidatos en las próximas elecciones municipales, deberán ser elegidos con arreglo a los estatutos de nuestro Partido en asamblea y por ahora ese momento esta lejos como para dar nada por sentado.