miércoles, 7 de abril de 2010

LOS PROBLEMAS DEL PP DE ALPEDRETE

En todos lados cuecen habas y el PP no es una excepción. Tras la imagen monolítica del corporativismo ventajista que gastan los clones de la calle Génova, se esconde una verdad tan natural para el común de los mortales, como peligrosa para quien se esfuerza en convencer con la foto de tropa scout alegre y marcial que nos meten en casa al mínimo descuido por los canales reaccionarios de la TDT.
Pero nada de felicidad plena, nada más lejos de la realidad; no hay más que ver los pellizcos en la mejilla y las miradas hipócritas que se obsequian la sardina (la de las coplillas carnavalescas, ¿eh?) y el hijo p… mientras se hinchan a patadas por debajo de la mesa cuando algún desconsiderado toca imprudentemente el tema Caja Madrid...
En Alpedrete el Partido Popular era una carcajada cuando tuvo que dimitir, forzado por las circunstancias, el anterior Secretario General del PSOE local y según cuentan por ahí, en los maitines se despachaban entre el júbilo y la euforia entorno a la pantalla del ordenador con los chascarrillos de los foros de Internet. Y es que en la balsa de aceite del PP estas cosas no pasan.
Pero ahora resulta que pintan bastos también en la sede de Real, 14 de Alpedrete.
La inhibición –ignoramos si forzosa- del Sr. Tomás Carrión, Concejal de Urbanismo, para votar en lo tocante al Plan General, ha complicado de tal modo las cosas para el Equipo de Gobierno, que parecen zozobrar por momentos, cuando lo tenían todo de cara una vez más.
Que había ya antes de esto problemas internos en el PP Alpedreteño, lo intuíamos muchos y muchas; que se había desatado la batalla por la deseada sucesión de la Alcaldesa, era un grito apenas ahogado por la ley del silencio imperante; pero ahora ya no se puede disimular. Hay disensiones internas y graves.
Y si no, que alguien versado en esta incierta materia conteste estas preguntas: Si el Partido Popular de Alpedrete tiene mayoría absoluta, ¿por qué no la hace valer y aprueba el Plan General de una vez por todas? Si el Concejal de Urbanismo no incurrió en incompatibilidad ni ilegalidad ninguna como él sostiene, ¿por qué se ha inhibido? Si la inhibición es inevitable en tanto que hay irregularidades, ¿porqué no dimite y da paso al siguiente en la lista, volviendo así el PP a recuperar la mayoría absoluta y de paso saneando la imagen pública del partido?
Ya sé que alguien querrá contestar y tendrá tiempo de hacerlo, pero vaya como adelanto mi modesta opinión:
El Concejal de Urbanismo no quiere dimitir. Al PP de Alpedrete no le conviene, electoralmente hablando, que el Concejal de Urbanismo dimita salpicado por la corrupción urbanística a un año de las elecciones; las disensiones entre los partidarios de sanear y que corra la lista y los que se la van a jugar con tal de no admitir que ha habido irregularidades, están llevando las cosas demasiado lejos y lo que es peor –para ellos- está poniendo a los constructores -y a los supuestos compradores que según se dice por ahí, ya han adelantado su dinero- al borde de un ataque de nervios, porque entre dimes y diretes el Plan General no sale, es más, se tambalea. ¡Madre! Con lo que llevamos invertido.
Así que hay que buscar otra solución. Y la solución que han encontrado no es otra que la de pactar con la oposición para sortear el problema del Concejal de Urbanismo y salvar de paso el controvertido PGOU.
Acabáramos. Hasta ahora la oposición era ignorada, ninguneada y vapuleada pleno tras pleno con menoscabo y chirigota por los nueve votos mayoritarios del consistorio y si te he visto no me acuerdo. Reglamento mordaza, prepotencia, desprecio… Hasta un ingenioso reloj con gong que manejan los propios concejales del equipo de gobierno para medir las intervenciones, más propio de un pasapalabra, que de un pleno municipal. La intransigencia de quienes gobiernan Alpedrete llegó a tal extremo que llegaron a estar los pobres concejales de la oposición en la calle porque les privaron de las dependencias municipales que para bien o para mal les correspondían. Quien más y quien menos se acordará de aquel despacho improvisado en los soportales de la fachada del Ayuntamiento
Ahora sin embargo, hay que verlo. Nervios y reuniones para conseguir un acuerdo, mano izquierda y negociación a cargo de los mas dialogantes y sensatos (como el tristemente desaparecido Carlos Gasca a cuyos familiares y allegados aprovecho para transmitir mi más sincero pésame).
Pero hasta ahí podríamos llegar. El PP de Alpedrete tiene problemas y son problemas graves. Entre disensiones internas y oscurantismos, el PGOU en dique seco y vaya usted a saber si un buen montón de compromisos que no se van a poder cumplir.
El dilema no es baladí. Si el PGOU no se aprueba en este mandato, el PP no renovará su mayoría Absoluta. Si dimite el Sr. Carrión y corre la lista lo podrán aprobar, pero tampoco tendrían fácil la victoria con una dimisión por corrupción casi en campaña electoral.
Ellos lo saben y harán todo lo que puedan para aprobarlo con el menor daño posible. Por eso ahora de repente y ante la necesidad, han descubierto que la oposición sirve para algo. Y así es, pero desde luego no para lo que ellos la quieren, para que sean los que aporten los votos que les falten y les saquen las castañas del fuego; de paso bendecir con un pacto todos los atropellos que conlleva este Plan General.
Hasta ahí podríamos llegar. Este problema lo han generado ellos con sus tejemanejes y por no saber separar la política y sus negocios; con su hipocresía y su soberbia. Que lo resuelvan ellos.
Que dimita el Concejal de Urbanismo, que corra la lista y que aprueben el PGOU, si tanto interés tienen en aprobarlo y si no que lo retiren y que diseñen uno nuevo en consenso con los partidos de la oposición y con los vecinos, que es como se debería haber hecho desde el principio. Uno en el que no primen los intereses de unos pocos y sí el interés general.
Y en cualquiera de los dos casos que asuman su responsabilidad y las consecuencias de sus actos.
Desde luego los concejales de la oposición no pueden ser los que le arreglen los problemas internos al PP ni quienes le saquen adelante sus chanchullos. Si lo hicieran le estarían ofreciendo una vez más al PP la mayoría absoluta y por tanto el gobierno de Alpedrete, además de ponerse a su altura en un asunto en el que la moral, la ética y la responsabilidad del buen gobierno, han sido atropellados y pisoteados.
Para eso ni nos presentamos a las elecciones. Hacemos campaña por Mª del Sol Casado directamente y a otra cosa.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo ha explicado muy claramente y muy bien. Pero se me plantea una duda terrible:
-Si ahora la oposición consigue "salvar" los terrenos con más valor medioambiental, es decir que aparezcan en el PGOU como protegidos Cercas de Ávila, el suelo del polígono nuevo junto al polvorín y la parte norte de Arcilleros, pues se quedan protegidos.
-Pero si lo que ocurre es que dimite el concejal que no puede votar y entra el siguiente que sí puede, el PP tiene mayoría para aprobar el PGOU tal como está, con el destrozo consiguiente.

¿No le preocupa esta segunda posibilidad?

Arturo Trigo dijo...

Si, por supuesto que me preocupa. Esa dimisión significaría la aprobación del Plan tal como está y eso es una barbaridad. También es verdad que no sería aún definitivo, ya que si no me equivoco el PGOU se encuentra en una fase inicial. Sinceramente, no creo que vayan a ser capaces de aprobarlo definitivamente en lo que queda de mandato.
Comprendo que la posibilidad de que dimita el sr. Carrión es algo en lo que mucha gente no quiere ni pensar, puesto que agilizaría las cosas y se que si no se habla más del tema es porque hay cierta reticencia entre la gente de izquierdas a hablar de ello, como si por hablarlo el Concejal de Urbanismo pudiera cambiar de opinión.
Pero ¿no cree usted que es una ingenuidad pensar que en el PP no se ha valorado suficientemente esa posibilidad?
Yo creo que se ha pensado mucho en ello y que si Tomás Carrión no ha dimitido ya, es porque van a agotar todas las posibilidades que tengan a su alcance para evitar tomar esa decisión. Como ya he dicho en mi artículo, la decisión de la dimisión tiene un gran coste electoral para el PP. Así que no creo qu la vayan a tomar mientras haya una sola posibilidad de que se pueda aprobar de otra manera.
Esto no quiere decir que al final no vayan a tomar esa decisión y corra la lista. No dude ni un solo instante en que lo harán porque deben sacar el Plan adelante a cualquier precio. Se hable o no se hable de ello, si al final tienen que hacer dimitir al concejal, lo harán y no influirá en absoluto nada de lo que usted o yo opinemos, ni lo que opine cualquier otra persona.
Lo que sería deseable es que suceda lo que suceda, todo el mundo este donde tiene que estar y de ellos ya sabemos lo que se puede esperar. A mi, sobre todo en este tema me interesa el comportamiento de la opsición. Ellos saben ya lo que tienen que hacer. Y lo harán no le quepa la menor duda. Lo que ocurre es que llegado al punto en el que están cualquier decisión tiene un gran coste para ellos.